Una central térmica nuclear es una instalación industrial para la generación de energía eléctrica a partir de energía nuclear que emplea materiales fisionables que mediante reacciones nucleares proporcionan calor. Este calor es utilizado por un ciclo termodinámico convencional para mover un alternador y producir energía eléctrica.
Las reacciones de fisión nuclear tienen lugar con un combustible de uranio natural o enriquecido, o de mezcla uranio-plutonio, colocado en el interior del reactor en forma de barras de combustible. La energía de estas reacciones se transfiere por medio de calor a un refrigerante, para producir en las calderas el vapor de agua que impulsará las turbinas y generadores, como en cualquier central térmica de vapor. Las reacciones de fisión son provocadas por neutrones cuya energía cinética se consigue por medio de una sustancia llamada moderador. Estas reacciones liberan energía y producen materiales denominados fragmentos de fisión (origen de los desechos radiactivos).
La energía nuclear, produce un tercio de la energía eléctrica que se genera en la Unión Europea, evitando así, la emisión de 700 millones de toneladas de CO2 por año a la atmósfera. También se evita la emisión de otros elementos contaminantes que aparecen por el uso de combustibles fósiles. Los vertidos de las centrales nucleares, se pueden clasificar como mínimos. Por su bajo poder contaminante, las centrales nucleares, frenan la lluvia ácida, y la acumulación de residuos tóxicos en el medio ambiente. Además, se reducen el consumo de las reservas de combustibles fósiles, generando con muy poca cantidad de combustible (Uranio) muchísima mayor energía, evitando así gastos en transportes, residuos, etc.
Aunque una central nuclear también presenta varios peligros, que por ahora no tienen una rápida solución. Estos peligros, podrían llegar a tener una gran repercusión en el medio ambiente y en los seres vivos si son liberados a la atmósfera, o vertidos sobre el medio ambiente, llegando incluso a producir la muerte, y condenar a las generaciones siguientes a mutaciones genéticas. Por ello, a las centrales nucleares se les exige unas grandes medidas de seguridad que , a veces, son insuficientes, porque se intenta ahorrar dinero en la construcción, aportando una seguridad mínima. Los peligros de los que he hablado son, entre otros, la radiación y el constante riesgo de una explosión nuclear (muy improbable con los actuales sistemas de seguridad).
La radiactividad, es la propiedad por la cual algunos elementos que se encuentran en la naturaleza, como el Uranio, se transforman en otros elementos nuevos, que pueden ser o no radiactivos. La radiactividad es por tanto, un fenómeno natural al que el hombre ha estado siempre expuesto, aunque también están las radiaciones artificiales, que pueden ser en exceso muy peligrosas.
Centrales nucleares en España y seguridad de éstas:
Andrea.Teira
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